viernes, 28 de marzo de 2014

De las Loqueras que me enseñaron los gnósticos 3/3

Por Alejandro Ortiz

Más loqueras en el Vox Exigua: Rectificado

viernes, 14 de marzo de 2014

Por qué no soy Masón: Sin Valores



Por Frater Pravus

Una de las cosas que más me jodió la vida cuando estaba en la logia y templos era como en esos sitios roncaban de ser los más morales. Pero a la hora de la verdad eran de los peor que podían producir en Puerto Rico.

Cuando era Rosacruz encontré que la secretaria de la logia era la amante de un hombre casado y la persona de mayor rango era un alcohólico que iba a la logia borracho. En los gnósticos lo más vulnerante que encontré fue ese misionero gnóstico que se apropió de las cuotas de iniciación de un grupo de candidatos y luego la institución gnóstica encubrió esas acciones. Prohibió la iniciación de esos candidatos y no le devolvió el dinero.

En los aspectos de la moral, o falta de ella, los masones han votado la pelota.

Puede ser que sean muchos (los gnósticos y rosacruces son dos o tres gatos en Puerto Rico) pero los casos de violaciones morales por masones son demasiadas. A manera de ejemplos en los medio de comunicación y tribunales del país:

Escándalo por adulterio con una legisladora
Escándalo por perpetrar persecución política
Malversación de fondos públicos
Expulsión de una escuela de artes marciales
Homicidio
Abuso Conyugar
Narcotráfico

Lo que me hace crítico de la masonería puertorriqueña es que de todos estos casos sólo uno fue procesado masónicamente. Los otros fueron justificados y protegidos por la institución masónica o sus acciones ignoradas.

Para mí esto es inaceptable

Personas como estas no deberían ser masones. Pero lo son. Y exigen respeto, deferencia y lealtad.

Yo no puedo ser masón. No puedo estar en la misma organización en la cual tiene personas como estas en su breve lista de miembros y todos los demás se quedan callados.

Por eso no soy masón.